¿Lo sabías?… Existen placas solares que generan electricidad y agua caliente al mismo tiempo.

Seguro que os habréis fijado en que cada vez más hogares y empresas instalan placas solares en sus tejados. Incluso vosotros os estáis planteando la posibilidad de instalar en vuestra casa o empresa. Pero, tal vez te peguntes ¿Cuál instalo?  ¿Qué tecnología existe?

Placas solares las hay de varios tipos.

• Fotovoltaicas, que son la mayoría de las que ves por ahí, son placas que generan electricidad y van conectadas a la red eléctrica de la casa, o a una batería en caso de casas aisladas, para abastecer parte del consumo eléctrico.
• Térmicas, son placas que se encargan de calentar agua, cuentan con un depósito que está, o bien en el tejado, o bien en alguna parte de la casa. Con ellas suministramos agua caliente sanitaria (ACS) o agua para calefacción.
• Concentradores solares, esto ya os lo explicaremos en otro post, queda pendiente.

Pero la tecnología avanza y de un tiempo a esta parte en INAA contamos con algo muy novedoso, Placas solares híbridas. ¿Qué son? La respuesta es fácil, es el resultado de unir una placa solar fotovoltaica convencional con una placa solar térmica. Con ellas conseguimos tener ambas energías con un mismo dispositivo, sumando a la potencia fotovoltaica la potencia térmica.

¿Y qué ventaja tiene? Expliquemos brevemente cómo funciona una placa solar fotovoltaica.

La radiación solar incide en los paneles que están hechos de materiales semiconductores, y estos a su vez transforman la energía en electricidad. Hay que tener en cuenta que en este proceso se genera una importante carga calorífica en la placa y esto hace bajar el rendimiento de los paneles solares. Es ahí donde entra en juego nuestra placa híbrida.

 La placa dispone en la parte trasera de un tubo con agua que recorre toda la superficie, de esta manera…

 ¡¡¡TACHÁN!!! Conseguimos dos cosas:

• Refrigeramos la placa con lo que obtenemos más rendimiento fotovoltaico o eléctrico.
• Y al robar ese calor y transferirlo al tubo que lleva el agua, la calentamos, y la podemos utilizar para los usos que hemos indicado antes.

Algunos números:

• En una celda fotovoltaica, el 10% de la irradiación solar se refleja y no se puede utilizar. Solo el 17% del 90% restante de la irradiación es absorbido por la celda fotovoltaica y se puede convertir en electricidad. El 73% restante se convierte en energía térmica, que nuestra placa aprovecha.

• La diferencia de temperatura entre la placa solar híbrida y los módulos fotovoltaicos alcanza un máximo de 22ºC. En ese momento, la placa solar híbrida consigue un 17% más de producción de energía eléctrica por m² que el sistema fotovoltaico estándar. Integrado a lo largo del día completo, la diferencia entre los rendimientos eléctricos de ésta y el módulo convencional asciende al 8.2%.

UN EJEMPLO REAL:

1. 12 Tn/día de agua caliente doméstica.
2. Capacidad: 27,5 kW/hora.
3. Generación anual de electricidad: 32.400 kWh (de acuerdo con la luz solar efectiva anual de la zona donde se realizó el proyecto).
4. Generación anual de calor: 90.700 kWh.
5. Amortización: aproximadamente en 3 años se recupera la inversión inicial completa.

¿Pero cómo no se nos había ocurrido antes?

Pues tranquil@s ya lo tenemos aquí funcionando y dando mucha más energía que los sistemas convencionales.

Así que ya sabes, si quieres optimizar tu espacio y sacar el máximo rendimiento al sol, las placas solares híbridas de INAA son sin duda la mejor opción.